Existe bastante contraversia acerca de estos pasajes en los Salmos y otras escritura.
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Los siguientes versículos de los Salmos nos presentan un problema real. Te animo leerlos con mucho cuidado.
Salmos 5:10; 6:10; 7:6; 9:19-20; 10:2,15; 17:13; 28:4; 31:17-18; 35:1,4-8,19,24-26; 40:14-15; 41:10; 54:5; 55:9,15; 56:7; 58:6-10; 59:5,11-14; 63:9-10; 68:1-2; 69:22-28; 70:2-3; 71:13; 79:6,10-12; 83:9-18 (cf. Jueces 4:15-21; 5:25-27); 94:1-4; 97:7; 104:35; 109:6-19,29; 119:84; 129:5-7; 137:7-9; 139:19-22; 140:8-11; 141:10; 143:12.
Hay más que unos pocos que creen que estas “oraciones” están más bajo que la dignidad de un Cristiano y no se deben ser vistos como ejemplos que debemos seguir. Más bien son las expresiones de los deseos pecaminosos del hombre buscando venganza sobre sus enemigos. Por ejemplo:
“estas formas de expresión constituyan expresiones de extrema crueldad de sangre fría. No debemos entretener por un momento la idea que fueron inspiradas de Dios.” (John Owen)
“estos Salmos no son pronunciamientos de la ira de Dios sobre los malos, sino las oraciones de un hombre por venganza sobre sus enemigos, lo opuesto de la enseñanza de Jesús que debemos amar a nuestros enemigos.”
(Manual de La Biblia de Halley)
“con este (Sal. 35) y con los otros salmos imprecatorios, no nos dan el precepto de Dios sino las oraciones defectivas del hombre.” (Comentario del Pulpito)
“El odio está ahí Seremos malos si en alguna manera aprobamos esta forma de oración o peor lo practicamos justificando tales pasiones en nosotros mismos. (C. S. Lewis)
La opinión de Lewis de Sal. 109 está más al grano: “…es un himno de odio tal como jamás ha sido escrito. El poeta ha formado un programa detallada por su enemigo que él piensa que Dios va a cumplir…lo que nos moleste mas es su actitud de inocencia, vengativa y falta de pena.”
No debemos tratar de poner por un lado el problema por medio de insistir que esta clase de oración está encontrada solamente en el antiguo testamento o que reflejan una moralidad bajo el estándar del cristiano del nuevo testamento. Ambos testamentos presentan el mismo perfecto y exaltado modelo de vida. (Rom. 2:6-10; 3:31). El código moral de Dios es inmutable y es el mismo en todo lugar. Debemos tener cuidado de no poner escritura contra escritura que implica que el antiguo test. Exige un diferente, o tal vez inferior respuesta moral a los enemigos que el nuevo test. Además debemos considerar el hecho de que en el NT. Encontramos imprecaciones parecidas hechos sobre los enemigos de Dios.
Lucas 10:10-16
10 “Pero en cualquier ciudad donde entréis y no os reciban, salid a sus calles y decid: 11 ‘Aun el polvo de vuestra ciudad que se ha pegado a nuestros pies, lo sacudimos contra vosotros. Pero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado.’ 12 Os digo que en aquel día será más tolerable para Sodoma que para aquella ciudad. 13 “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si se hubieran realizado en Tiro y en Sidón los hechos poderosos que han sido realizados en vosotras, desde hace tiempo se habrían arrepentido sentados en saco y ceniza. 14 Por lo tanto, en el juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para vosotras. 15 Y tú, Capernaúm, ¿serás exaltada hasta el cielo? ¡Hasta el Hades serás hundida! 16 “El que os escucha me escucha a mí; el que os rechaza me rechaza a mí; y el que me rechaza, rechaza al que me envió.”
Gal. 1:8; 5:12
Gál 1:8 Pero aun si nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciara un evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
5:12 ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!
1 Cor. 16:22
Si alguno no ama al Señor, sea anatema. ¡Maranatha!
2 Tes. 1:6-9
De hecho es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen 7 y retribuir con descanso, junto con nosotros, a vosotros que sois afligidos. Esto sucederá cuando el Señor Jesús con sus poderosos ángeles se manifieste desde el cielo 8 en llama de fuego, para dar retribución a los que no han conocido a Dios y a los que no obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. 9 Ellos serán castigados con eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder,
2 Tim. 4:14,15
14 Alejandro el herrero me ha causado muchos males. El Señor le pagará conforme a sus hechos. 15 Guárdate tú también de él, porque en gran manera ha resistido a nuestras palabras.
Apo. 6:10,11
Apo 6:10 Y clamaban a gran voz diciendo: “¿Hasta cuándo, oh soberano Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre sobre los que moran en la tierra?” 11 Y a cada uno de ellos le fue dado un vestido blanco; y se les dijo que descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se completase el número de sus consiervos y sus hermanos que también habían de ser muertos como ellos.
Apo. 19:1-4
1 Después de estas cosas, oí como la gran voz de una enorme multitud en el cielo, que decía: “¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios. 2 Porque sus juicios son verdaderos y justos; pues él ha juzgado a la gran ramera que corrompió la tierra con su inmoralidad, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. 3 Y por segunda vez dijeron: “¡Aleluya!” Y el humo de ella subió por los siglos de los siglos. 4 Y se postraron los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes y adoraron a Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: “¡Amén ! ¡Aleluya!”
Recuerda que cuando ores ‘Venga tu reino’ (Mat. 6:10) significa no menos de invocar el juicio divino sobre todos otros reinos y todos aquellos que oponen el reino de Dios. “Cuando oremos como Jesús nos enseñó, clamamos a Dios por sus bendiciones sobre su iglesia y por sus maldiciones sobre todo lo que tiene que ver con el reino del mal.”
Jesús mismo, utilizaba lenguaje imprecatoria en Mat. 23:13,15,16,23,
24,27,29; y especialmente en 23:33. Véase también Sal. 41:8-10
Harry Menea observó
“El Nuevo Test. No tiene pena en cuanto a las imprecaciones del AT. Al contrario, cita libremente de ellos como dichos autoritativos los cuales añaden fuerza al argumento del Nuevo Test.”
Un ejemplo del anterior es la cita de Pedro de una parte de Sal. 69 y 109 en referencia a Judas Iscariote: “Porque está escrito en el libro de los Salmos: Sea hecha desierta su morada, y no haya quien habite en ella. Y otro ocupe su cargo.” (Hec. 1:20) Aquí Pedro está citando una invocación de juicio sobre el Mesías de Dios.
Lo que leemos en los Salmos no son explosiones de emoción descontrolada de personas que normalmente son gente sana y compasivos. Imprecaciones tales como estos están encontradas en poesías de alta calidad y productos de meditación racionable. (cabe mencionar también que son inspiradas por Dios) Aquellos son peticiones calculadas, ni erupciones de personas de mal temperamento. Claro que existen en el antiguo testamento ejemplos expuesto en el texto que constituyen como pecado y no se debe imitar pero los Salmos son plenas expresiones de adoración que deben ser imitados.
Entonces, viene la pregunta, ¿Cómo explicamos esto y como reconciliamos estas oraciones con el mandamiento de Jesús de amar a nuestros enemigos? (Mateo 5:44) Voy a dar varias sugerencias que pueden ayudar.
(1) Debemos recordar que en Deut. 27-28 los Levitas pronuncian imprecaciones en contra de Israel si ella se muestra infiel al pacto con Dios. Israel en su recepción de la ley se pone bajo sanciones y directamente pronuncia maldiciones sobre si misma si rompe el pacto, y Dios miraba sobre su respuesta con agrado. ¡En otras palabras, el pueblo de Dios fue mandado orar por las maldiciones de Dios sobre sí mismo si se apartara de Él!
El Dios celoso del Antiguo Testamento fue severo en igual forma en contra de su pueblo del pacto cuando estaban infiel a Él, que estaba en contra de las naciones que sirvieron a otros dioses.
(2) Tampoco estas oraciones son expresiones de una venganza personal. De hecho, la mayoría de los Salmos de imprecación escritos por David nunca piden que él sea permitido a vengarse personalmente en contra de sus enemigos. Su oración fue que Dios actúe justamente en sus tramientos con los transgresores. La pasión de David fue el triunfo justicia divina no la satisfacción de malicia personal. El leer con un poco de cuidado sobre de la vida de David nos revela que el era uno de los individuos menos vengativos en todo el antiguo testamento. (considera sus tratos con Saulo, Absalón, Shimei, y otros) También el antiguo test. El antiguo test. Opuesto en igual forma que el nuevo en cuanto a venganza en contra de los enemigos personales. (véase: Exo. 23:3,5; Lev. 19:17,18).
(3) Debemos también recordar que las imprecaciones no son más que oraciones basadas en promesas divinas. Orar estas oraciones es sencillamente pedir de Dios cumplir lo que ya ha prometido hacer. (sus promesas). Por ejemplo, en Mateo 7:21-23 Jesús declara que en el día del juicio el va a decir a los hipócritas, “Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad!” ¿Está malo entonces, pedir que Jesús haga precisamente esto—está malo establecer una oración sobre una promesa? “¡Señor causa que aquellos obradores de maldad se apartan de ti!” aparece de ser una petición perfectamente legítima.
En cuanto a este, compare Sal. 35:5 con 1:4; 58:6 con 3:7; 35:8 con 9:15; y 35:26 con 6:10.
(4) Imprecaciones son expresiones provocados por el horror de pecado. David oro así porque de su profunda sensitivez al horror de maldad. Tal vez la razón más importante que él no estaba molesto con oraciones se imprecación y nosotros sí, es porque él fue molesto con el pecado y nosotros no. ¡Es espantoso pensar que podamos estar en la presencia de la maldad presente en el mundo hoy y no ser movido a orar como David oró!
(5) El motivo atrás de tales oraciones es un corazón celoso por la justicia, honor, reputación, y triumpho del reino de Dios. ¿Es nuestra disposición de ignorar la blasfemia y sobrepasar la maldad debido a una deficiencia en nuestro amor por Dios y su nombre?
¿Puede que nuestra reacción a los Salmos imprecatoria tener que ver con el hecho de amar a los hombres y su favor más que amamos a Dios y su favor?
(6) Otro factor que debemos guardar en mente es que David siendo Rey, fue el representante de Dios en el mundo. Por eso un ataque en contra de David fue efectivamente un ataque contra Jehová su Dios. Los enemigos de David no fueron solo sus oponentes personales sino adversarios de Dios.
La ira de David está levantada porque, “Porque contra ti urden planes; se rebelan en vano contra ti. ¿Acaso no aborrezco, oh Jehovah, a los que te aborrecen y contiendo contra los que se levantan contra ti?” (Sal 139:20’21; 5:10)
(7) Las oraciones de imprecación raras veces son para la destrucción de individuos específicos sino por un grupo, o clase de gente, principalmente, “los malos” o “los que te oponen”.
(8) Tales oraciones presumen que los malos son endurecidos y sin arrepentimiento. El salmista llama por juicio divino contra ellos mientras persisten en su rebeldía. Amamos a nuestros enemigos por orar por su arrepentimiento pero si persisten consistente reusando la gracia de Dios, entonces, nuestro único recurso es orar por el justo y completo juicio de Dios.
(9) Ha sido argumentado que era el Señor Jesucristo mismo quien oró los salmos de imprecación por el espíritu de profesa.
“David por el espíritu de Cristo en él, habla mucho más allá que su propio entendimiento y experiencia, anticipando la venidero sufrimiento, libramiento y exaltación de su hijo y Señor, Jesús el Mesías” (Adams).
¿Pero que de la oración de Cristo de la cruz: “Padre, perdónalos, porque no saben que están haciendo.”? (Luc.23:34)
Supo David que necesitaba protección espiritual para no caer en odio en contra de los enemigos de Dios por razones personales. Por eso cuando concluyó Sal. 139 con la oración que Dios purifique sus motivos y proteger su corazón: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de perversidad y guíame por el camino eterno.” (ve. 23,24)
Así cuando David habla de “odio” por los que oponen el reino de Dios no habla de una postura vengativa o de amargura, o de resentimientos egoístas sino que habla ciertamente por ser celoso por el nombre de Dios y en contra de los que están levantados en contra de Él.
Aquí termino con la traducción del artículo por Dr. Samuel.
Sé que estos conceptos vuelen en contra de muchos corrientes de enseñanza Cristiana del día presente. Todos no van a poder oír lo que creemos que el Espíritu está diciendo hoy a la iglesia.
En aproximadamente 1984 estuve en Bogotá de Colombia ministrando la palabra de Dios ahí. Estuvimos platicando de la situación de droga en ese país. El pastor me dijo, “El problema de drogas es un problema americana. No va a ser un problema aquí porque los ricos son más sabios y no van a usar drogas y los pobres no tienen dinero para comprar droga.” Sin pensar yo respondí, “Espérate un poco, porque pronto va a ser un problema aquí.” Le dije, “Escribe una nota un rincón de tu Biblia que dice la fecha y que dijo Hno. Pablo dijo tal y tal. ¡Si no sucede así yo estoy dispuesto de comer esta página sin sal!” Al decir esto yo sentía un poco avergonzado por ser rudo pero el Espíritu me dio paz que fue él quien habló. Un poco tiempo después vi que la situación había cambiado por completo, los ricos no eran tan sabios como el pastor pensaba y estaban usando droga en cantidad y se había descubierto que lo que llamaba “pasta” un producto de cocaína mitad procesado era fumable y podía venderlo barato en los barrios marginados y por entonces una plaga de drogadicción había infestado a Colombia. No solo esto pero la ola de violencia que se levanto en el país se hizo tan feo que nadie podía viajar de ciudad a ciudad en coche. Solo por avión se podía viajar. Luego la situación se hizo más difícil y en algunas ciudades solo poder pasar de un barrio a otra tenia uno que pagar personas que estaban “guardando” el barrio un “impuesto”. En algunos lugares no había agua ni drenaje, recogimiento de basura, reparación de calles, o control de plaga. Después de muchos años oigo que esta pésima situación está aliviándose poco a poco pero todavilla hay problemas en muchos sectores.
La situación en México no está tan difícil pero en poco tiempo puede ser igual.
Los que viven en las zonas fronterizas y otras partes donde hay peligro están consciente de lo que está pasando pero muchos otros no están tomando en serio la situación y están viviendo en un estado de denegación.
Es tiempo que los creyentes en México se den cuenta del peligro que está operando en medio suyo. Los carteles tienen en mente no solo ganar dinero pero tomar posesión del país por revolución y violencia. La extensión de la corrupción lo hace imposible controlar la situación físicamente. Los creyentes son el único grupo de personas que tienen la fuerza para lograr victoria. Estos grupos violentos están totalmente endemoniados y metidos en brujería. Todo esto constituye una guerra espiritual. Creo que ha llegado el tiempo de arrancar toda la fuerza de oración de guerra.
En mi propia vida estos conceptos nacieron por el Espíritu cuando él comenzó motivándome a orar en contra de las organizaciones de narcotráfico en México. Estoy convencido que el enemigo quiere destruir o impedir el avivamiento en esta tierra por la operación de aquellas fuerzas diabólicas que traen temor y muerte a la republica.
Quiero invitar a los que reciben esta correspondencia de juntarse conmigo en esta clase de oración—clamando por la destrucción de las fuerzas de violencia y en contra de todos los que están envueltos en la corrupción política. Si el Espíritu te toca a entrar en esto, o ya estas haciéndolo, comunica conmigo y oraremos unos por otros también. Ten libertad de compartir esto con otros pero sugiero que sea únicamente con personas de confianza que tú crees que están suficiente maduro y humilde para hacerlo con sabiduría.
Quiero añadir algunas precauciones—
Debemos presentar cualquiera idea en cuanto a oración en contra de los enemigos del reino de Dios al Espíritu Santo y estar convencido que él está dirigiendo nuestras peticiones.
Vale comenzar con orar Sal. 139:23,24 y hacer una revisión de su propio estado con Dios, en otras palabras, no deja puertas abiertas al enemigo.
Necesitamos entrar en esta clase de oración en acuerdo con otros miembros del cuerpo de Cristo y no como individuos.
Que el Señor te use fuertemente en la guerra del Príncipe de Paz!
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