Thursday, March 17, 2011

ESTERILIDAD Y LA DECLARACION DE JEHOVAH

Durante un viaje reciente a lo que se llama “la Mosquitia” (la costa Atlántida de Nicaragua. Trataba de mantenerme en una postura de meditación y aprendizaje. Parece que por dondequiera que me encontré el Señor me estaba llamando la atención por señales visibles acerca de la condición de la iglesia de hoy en día, no solo localmente sino en mi propio país también. Encontré la iglesia en muchos lugares por sus tradiciones en peligro de perder una generación entera de jóvenes.


Al mismo tiempo estuve pasando mucho tiempo de estudio y meditación sobre la vida de Abraham y Sarah y el pacto que Dios hizo con ellos. Me parecía que el Señor estaba trayendo mi atención a la situación de la esterilidad de Sarah y la relación de ésta a la condición de la iglesia hoy en día.
Así como se desarrolla la historia de Abraham y Sarah Abraham estaba como 70 años de edad y no tienen hijos. La esperanza está agotada.

En la narración no se encuentra ninguna razón por la esterilidad de Sarah, no hay sugerencia de castigo ni maldición. La esterilidad no es un extranjero a está familia de la promesa. Después de Sarah hay Rebeca (25:21), Rachel (29:31) Hannah (1Sam 1:1-ss) Luego en el Nuevo Test. Encontramos a Elizabeth (Lucas 1)

En todos estos casos el resultado era lo mismo, oración, fe, paciencia, y en fin el resultado. Ninguno recibió la respuesta negativa de “NO” a su petición por el soberano ser.

El verbo divino hablado siempre tiene su victoria sobre la esterilidad.
Sin embargo, la palabra dada siempre tiene su imperativo talo como su promesa, la llamada tal como la asuriganza. La falla en mucho de la enseñanza de fe es el enfoque en las promesas de Dios mientras que ignoran los imperativos de Dios.

La condición de esterilidad habla de la promesa de resurrección y en medio de esa promesa de resurrección se encuentra el llamado a peregrinaje. Dios les llamaba a salir fuera de donde estaban a un local desconocido y aparte y a una vida nueva.
El hecho de esterilidad física es un señal que apunta a un hecho más grande que la esterilidad y aridez espiritual.

Gen 11:30, y 12:1-3 “Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo… Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.”
Dios llama los estériles fuera de lo común y conocido hacia una nueva comunidad una alternativa a la frialdad y esterilidad de los que han dejado de escuchar y por eso han dejado de vivir y esperar.
Dios llama a los que han perdido la esperanza a una comunidad con un futuro y llama a los estáticos hacia peregrinaje.

El verbo de Dios a esta familia estéril es una llamada a abandonamiento, y renunciación. Eso es la llamada a una salida peligrosa del mundo presumido de normalidad y seguridad. El mandamiento está fuerte y adelantado, un requerimiento a Abraham y Sarah de irse, “con ojos cerrados…hasta que habiendo renunciado su propio hogar, llegaron a haberse entregados totalmente a mí.” (Calvino)
Es muy difícil hablar de esta clase de abandonamiento en nuestra cultura que está completamente enfocado en auto-indulgencia, porque, “Lo mereces.” Pero, notase que el requerimiento no es a la ley o a disciplina sino a la promesa. El Señor sabe que esta desviación de seguridad es la única salida de la esterilidad.

La historia de Abraham y Sarah es basada en lo que parece una contradicción; quedarse en seguridad es quedarse estéril pero irse en riesgo es de coger ánimo.
El echo de esta llamada se oye la invitación de Jesús:
“Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Mar 8:35, 36)
El verbo de Dios requiere a su escuchador ahora tal como entonces que respondemos a la pregunta: “¿Queremos, genuinamente, estar fuera de esta esterilidad?” Pero, tal vez esta renunciación es un precio demasiado grande. ¿Podemos partir de todo lo conocido y familiar, obedeciendo a Dios en forma total?

Las palabras de Meister Eckhart suenan claramente: “Hay bastantes que están dispuestos de seguir a Cristo a medio camino, pero no la otra parte. Están dispuesto de partir con las posesiones, amigos y honores pero les toca a demasiado cerca a desaposesionase de sí mismo.”
Lo que está diciendo es que muchos cuando Dios les habla de algo si el sacrificio es módico muchas veces están dispuestos de obedecer pero cuando llega al punto de que les cuesta su reputación, y respecto pues, no quieren irse en este viaje.

Pronto será continuado con Parte 2

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